El comercio electrónico en España ya supone un volumen de negocio de más de 21.000 millones de euros anuales, una cifra que no ha dejado de crecer en los últimos años. A esta tendencia se le suma una integración cada vez mayor con la tecnología del cloud computing lo que nos abre un nuevo abanico de posibilidades gracias a las soluciones de software de e-commerce en la nube.
Pero, ¿qué supone exactamente el utilizar un software cloud para un e-commerce y en qué nos puede beneficiar un sistema de este tipo? Pues eso es lo que vamos a tratar de aclarar a continuación.
En la base de las opciones disponibles para e-commerce basadas en la tecnología cloud encontramos el modelo IaaS (siglas en inglés de ‘infraestructura como servicio’), que equivaldría a la arquitectura, es decir, es básicamente al alojamiento puro y duro. En este caso, la empresa que contratemos maneja la configuración del hardware, mientras que el usuario se hace cargo de todos los aspectos de software. Y cuando decimos todos, realmente son todos y cada uno, incluyendo el sistema operativo del servidor, por lo que en general no es la opción más recomendable, salvo que nos haga falta un sistema que cubra unas necesidades muy específicas.
Otro modelo es el SaaS (o ‘software como servicio’) En este caso el proveedor nos proporcionará una solución completa con cualquier herramienta que podamos necesitar para nuestra tienda online. Y es que, a las prestaciones que nos aporta el IaaS se le incorpora un paquete de aplicaciones para el usuario final de nuestra elección. Se trata de una opción que podríamos equiparar a la «llave en mano», con la que podremos empezar a potenciar nuestro e-commerce en muy poco tiempo.
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Por último, y a medio camino entre los dos formatos anteriores, encontramos las soluciones PaaS (‘plataforma como servicio’). Frente al «paquete completo» que supone SaaS, con esta tercera opción tendremos disponibles unas herramientas básicas preestablecidas. Pero además tendremos la opción, y ese es el objetivo, de poderlas modificar para añadir nuevas funcionalidades, y ajustarnos así a las prestaciones que buscamos. Por lo tanto, supone una alternativa más refinada que SaaS.
Estos sistemas nos hacen más fácil la tarea de gestionar nuestra tienda online, y en concreto, qué ventajas nos proporcionan.
Gracias a una solución SaaS en la nube, tendremos a nuestra disposición las herramientas necesarias para gestionar fácilmente y sacar el máximo partido a nuestro e-commerce. Mediante un entorno accesible para cualquier usuario, con una solución ERP podremos controlar en tiempo real cualquier aspecto de la contabilidad, revisar los pedidos, el estado del inventario, los detalles del transporte de envíos… mientras que un software CRM nos ayudará en el apartado de la relación con los clientes, incluso gestionando las campañas SEM y nuestra presencia en redes sociales.
Al tratarse de paquetes diseñados específicamente para el comercio electrónico, y al ser configurados por el proveedor en los mismos servidores donde funcionan, el tiempo de implantación es mucho más corto que con la opción de los programas que instalamos en un equipo propio.
Si retomamos la explicación de cada uno de los modelos de tecnología en la nube para el software de e-commerce (IaaS, SaaS y PaaS), nos daremos cuenta de que todos tienen un denominador común, que es la palabra servicio. Esto quiere decir que las soluciones cloud se prestan como tal: mediante una suscripción, tendremos acceso a todas las prestaciones disponibles. Además, incluye tanto el alojamiento como el mantenimiento de la plataforma y la actualización de las aplicaciones de manera automática, ya que se controlan de forma remota por el proveedor.
Nada que ver con la alternativa de un servidor propio, más extendida entre las empresas de un cierto tamaño hasta la fecha. En este caso, al soporte requerido de forma casi continua y para la puesta al día de los programas, se le une el propio coste del equipo informático.
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La tecnología de la nube está diseñada específicamente para que los procesos que dan soporte a nuestro e-commerce se repartan entre ese grupo de servidores que comentábamos al principio. Es decir, que emplea justo los recursos que necesita en cada momento, y nuestro e-commerce evoluciona como queremos, y nuestras necesidades son mayores, podremos disponer de más capacidad prácticamente al instante.
Frente a un software que se encuentre en un servidor propio o compartido, con una plataforma cloud la herramienta se distribuye desde múltiples servidores, por lo que siempre estará operativa, sin riesgo a peder algún imprevisto que nos impida atender a un cliente. A su vez, esto permite que el acceso a los programas sea más rápido.
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El mercado global de software como servicio (SaaS) tiene un valor de $ 257 mil millones en 2020 y se espera que crezca más del 40% a aproximadamente $ 362 mil millones para 2022.
